Comentario
La vida en la India tradicional se basó más en la aldea que en la ciudad, con una sociedad anclada en la costumbre.
En las aldeas, cada casta ocupaba su propio sector, en el cual sus miembros realizaban los oficios que les correspondían por herencia. Generalmente, los sectores estaban divididos por muros, estando compuestos de viviendas dispuestas alrededor de un patio abierto, cuya única entrada se cierra de noche.
La vida doméstica seguía estrictas reglas que estructuraban y fijaban la posición de cada miembro y las relaciones entre éstos. Bienes e ingresos son compartidos por todos los integrantes de la familia, pero existe una jerarquía interior dominada por el más anciano. El objetivo común de todos los miembros es procurar el bienestar del núcleo familiar, al que deben obediencia y lealtad. Por eso, la concertación del matrimonio de los hijos se percibe como una herramienta al servicio de la familia, pues puede significar un incremento en los ingresos o en el prestigio social. Así pues, las bodas, importantísimas, se conciertan desde muy pronto, cuando los contrayentes apenas son niños.